LOS ORÍGENES DEL PAN CON TOMATE

         Ha llovido mucho desde que en el siglo XIX las masias catalanas, con el fin de alargar el uso del pan reseco que por aquel entonces se amasaba una vez por semana, empezaron a restregarle tomate y como colofón añadían un chorrito de aceite de oliva y una pizca de sal. Con el paso del tiempo, este hábito culinario tan sencillo como delicioso que nació por razones puramente prácticas, se convirtió en el pa amb tomàquet, todo un referente de la gastronomía catalana.

Existe sin embargo una teoria que apunta que fueron los murcianos quienes introdujeron el pan con tomate en Cataluña. Se remonta a cuando un gran número de ellos constituían el grueso de los trabajadores de las obras del metro de Barcelona, ya que parece ser que restregar tomate en el pan es algo común también en Murcia. Sin embargo, la teoria no está lo suficientemente contrastada, ya que remontándonos incluso al siglo pasado, la literatura y  las crónicas periodísticas de la región de Murcia no  hacen prácticamente mención alguna al consumo del pan con tomate, y sí a otros platos y productos típicos que han dado fama a su gastronomia, como la riqueza de los productos de su huerta y sus deliciosos guisos. Si el pan con tomate se hubiera tratado de algo propio y característico de la gastronomia murciana,  sin duda existirían numerosas referencias perfectamente documentadas,   tal y como ocurre en Catalunya, donde hay multitud de ellas datadas desde hace dos siglos.